🔧 Ruido al frenar: diagnóstico rápido para talleres

Uno de los reclamos más frecuentes en talleres y refaccionarias es: “Las balatas hacen ruido, deben estar defectuosas”. Pero la realidad es que en la mayoría de los casos, el problema no está en la balata. Aquí te compartimos un diagnóstico rápido para identificar la causa del ruido y evitar devoluciones o garantías injustificadas.

👂 1. ¿Qué tipo de ruido es?
Primero, pregunta al cliente cómo es el ruido:

¿Chillido agudo al frenar?

¿Zumbido constante?

¿Golpeteo o vibración?

Esto ayuda a dirigir la inspección al componente correcto: balatas, discos, bujes, etc.

🔍 2. Revisa estos puntos clave en menos de 5 minutos
Discos cristalizados o rayados: Causan chillido incluso con balatas nuevas.

Instalación sin pasta antirruido: Aumenta vibraciones y ruidos metálicos.

Accesorios faltantes o mal colocados (clips, resortes, chapas): Común en instalaciones rápidas.

Desgaste irregular de discos o tambores: Genera contacto desigual y ruido.

Balatas muy duras o de baja calidad: Algunas marcas económicas chillan más.

👉 Consejo: Si las balatas están nuevas y el disco en mal estado, el problema no es del producto, sino de la instalación incompleta.

🚫 3. ¿Cuándo sí es defecto de fábrica?
Aunque es raro, el defecto real puede ser:

Material despegado de la zapata.

Grietas visibles en la balata nueva.

Contaminación con aceite o grasa desde empaque.

En estos casos, documenta con fotos y solicita garantía con el proveedor.

✅ 4. Cómo prevenir devoluciones y reclamos
Informa al cliente antes de instalar: si el disco está rayado, el ruido seguirá aunque la balata sea nueva.

Recomienda cambiar o rectificar discos cuando sea necesario.

Entrega nota con observaciones: “Disco no rectificado, puede generar ruido”.

💬 Conclusión
El ruido al frenar no siempre es culpa de la balata. Un diagnóstico rápido y una buena comunicación con el cliente evitan reclamos innecesarios, devoluciones injustas y mejoran tu reputación como profesional.